viernes, 24 de junio de 2016

Ser un ejemplo.

El Espíritu Santo ha sido muy claro conmigo a medida de mi crecimiento en él. Aquellos que caminamos en busca de la santidad somos un ejemplo para los que están entrando en la congregación y no creyentes "¿Diciendo esas cosas estás dando ejemplo?".

   El cambio en nosotros no es de un día para el otro y sin duda es un proceso un poco largo y doloroso para quienes están sujetos a las cosas contrarias a Dios, sobre todo por los comentarios cuando entramos al evangelio que suelen ser una estaca en el corazón para quienes queremos cambiar.

  Ser ejemplo no es decir que voy a la iglesia de viernes a domingo y decir que soy bueno cuando verdaderamente en San Mateo 19:17 Jesús deja claro que no hay ninguno bueno sino solo Dios.

  Siempre recuerda que a cualquier lugar que vayas se debe reflejar Jesús en ti. Vestirte conforme a lo que Dios demanda, ser prudente a la hora de hablar y como otras cosas que el Espíritu Santo irá revelándote conforme a tu relación con Él.

 Recuerda que Dios siempre nos está respaldado y peleando nuestras batallas, el murió y sufrió por nosotros, ahora vivamos a causa de su nombre para gloria y honra de Dios Padre.
  

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