Porque tú eres mi roca y mi castillo.

Muchas son las aflicciones que ha pasado mi corazón y el ataque del enemigo cada vez se hace mucho mas constante, pero aquí sigo padre, alabándote cada día de mi vida porque tú eres mi roca; porque tu dijiste que no temiera y esa es la calma de todos mis días.

Porque he decidido seguirte y amarte como la punta de mi pirámide, y sé, que todo lo demás; será añadido a causa de tu nombre.

 Me encantaría de gran manera que así como te he puesto en primer lugar todos lo hicieran, creyendo en que tu eres la roca que los sostiene, que el mundo te alabe y te ame como oh padre, muchos lo hacemos.

Qué aunque nadie mas que tu y yo sabemos las batallas que se me han presentado, en cada una de ellas te enalteceré porque tu eres la roca que me sostiene.