Soy recibida por misericordia para que Jesucristo mostrase en mí su gran amor, que siendo yo pecadora no tomó en cuenta mis obras sino el propósito que tenía para mi, para ejemplo de los que habrían de creer en Él para vida eterna.
Mostrando en cada uno de mis pasos el cambio que solo Él puede hacer en nosotros, sintiéndome gozosa por el hecho de que Él se glorifica a través de mi vida.